GEORGE HAGI, RUMANIA
1990, 1994, 1998
George Hagi, el Maradona de los carpatos.Jugó en tres copas mundiales y fué un ícono nacional.
Aunque es fácil recordar los tres imprescionantes goles que anotó, la contribución más importante fué la forma en que orquesto el juego de su equipo, permitiendo que otros jugadores se destacaran.
Hagi fue un jugador que destacó por su gran habilidad en el regate, su rapidez y su potente remate.
Primera División
Empezó su carrera en
1982 jugando para el Farul Constanta, un año después y con 18 años, fichó por el Sportul Studenţesc de
Bucarest, captado por uno de los hijos del dictador
Ceausescu que ejercía como patrón del club y donde mostró su gran potencial futbolístico, anotando 53 goles en 92 partidos de liga. En el Sportul podía permitirse continuar con sus estudios de ciencias económicas. En un partido decisivo ante el
Dinamo de Bucarest llegó a marcar 4 goles y llevó al modesto Sportul a la segunda plaza de la temporada 1984-85 por primera y última vez en la historia. En
1985 y
1986 se proclama máximo goleador de la liga rumana con 20 y 31 goles respectivamente.
En el invierno de
1987, se produjo su traspaso al
Steaua de Bucarest, antes de que el equipo jugase la
Supercopa Europea. En principio el contrato era por un solo partido, pero tras marcar el gol de la victoria en la final contra el
Dynamo de Kiev, hizo que el equipo no quisiese devolverlo al Sportul Studenţesc, renovándolo por unos años, bajo el consentimiento del clan dictatorial de los
Ceausescu. Durante su etapa en el
Steaua de Bucarest (
1987-
1990), jugó 97 partidos marcando 76 goles. En
1988 llegaría a las semifinales de la
Copa de Europasiendo el máximo goleador de aquella edición, y a la final al año siguiente, siendo el campeón de la
Liga Rumana en
1987,
1988 y
1989 y ganando también la
Copa de Rumania en esos mismos tres años. En 1989 es declarado segundo mejor jugador de la
Copa de Europa sólo tras
Van Basten, y segundo mejor jugador joven de Europa en el premio BRAVO de Guerin Sportivo, sólo tras
Maldini. El Steaua se convertía así en un equipo respetado en
Europa e invicto y temible en
Rumanía siendo Gica Hagi, la cabeza visible, del que es considerado el mejor equipo rumano de la historia. Por entonces Hagi marcaba las diferencias de forma muy visible mediante su buena técnica, su dribbling en corto y, sobre todo, por su terrible disparo con la pierna izquierda. La derrota en la final de la
Copa de Europa de 1989 ante el
AC Milan por 4-0 fue imborrable para un Hagi acostumbrado a ganar por entonces. Declararía más tarde: "Jamás sentí tanta impotencia en un partido de fútbol" (
Don Balón,
2001).
En
1990, Hagi juega su primer Mundial. Su juego impresiona al
Real Madrid, que lo ficha al acabar la competición. Su traspaso fue el más caro de historia a un equipo rumano ($4.3 millones), récord aún en la primera división del país de los Cárpatos. La caída del régimen comunista rumano en las navidades de 1989 fue decisiva para la posibilidad de Hagi de irse al extranjero. Hagi permaneció en el
Real Madrid 2 años, siendo vendido al
Brescia italiano. Quizás el excesivo dominio del "dream team" de Cruyff le pesó, buscando jugadores que le devolvieran la hegemonía en la liga española. Con el
Brescia, Hagi subió al equipo a la
Serie A, bajando al año siguiente, siendo fichado al finalizar esa temporada por el
FC Barcelona. Tras 2 años en el
FC Barcelona, Hagi firma por el
Galatasaray. Dos técnicos marcaron su etapa española:
Radomir Antić en el
Real Madrid, y
Cruyff en el
FC Barcelona, por quién Hagi sentiría una profunda admiración en los años sucesivos pese a haber mantenido algunas diferencias respecto a su juego. No ganó ningún trofeo en
España de renombre, aunque se desquitó en
Turquía. Junto a su entrenador Fatih Terim, construyó un equipo que ganaría la
Copa de la UEFA, derrotando al
Arsenal y la
Supercopa Europea, contra su primer equipo en
España, el
Real Madrid. Está considerado el mejor jugador extranjero en jugar jamás en el fútbol turco. Se retiró como futbolista en el año
2001, recibiendo un homenaje en
Bucarestque congregó a los mejores jugadores del fútbol mundial.
Según datos
FIFA, Hagi convirtió 227 goles en 485 partidos oficiales de ligas de Primera División jugados en
Rumanía,
España y
Turquía.
Selección Nacional
Su debut con la
Selección Rumana llegaría en
1983, a los 18 años enfrentando a
Noruega, en un partido celebrado en
Oslo. En
1984 disputa la
Eurocopa de
Francia, donde participa en los partidos ante
España y
Alemania Federal. En
1985, a la edad de 20 años, juega en
Wembley ante
Inglaterra. Envía por dos veces el balón al poste, uno de ellos en un disparo lejano que se estampa contra el travesaño. Ese mismo año capitanea por primera vez al equipo nacional rumano en un partido ante
Irlanda del Norte. Rumanía no se clasificaría para el
Mundial de México en 1986 ni para la
Eurocopa de 1988; luego accede a la
Italia 1990, dejando en el camino a
Dinamarca. En el
Mundial italiano Hagi, disputa los partidos ante
Camerún,
Argentina (donde se enfrenta a uno de sus héroes:
Maradona) y
Eire, y es la tanda de penaltis ante los británicos lo que aleja a los rumanos de los cuartos de final. Posteriormente la
Rumanía de Hagi sucumbe ante
Escocia en su intento de alcanzar la
Eurocopa de 1992, pero logra clasificarse agónicamente para
USA 1994 superando a
Bélgica,
Checoslovaquia y
Gales. Pese a contribuir con 5 goles en la fase de clasificación, Hagi llega al
Mundial americano sumido en cierto ostracismo (ese año había jugado en la Serie B italiana), al contrario que 4 años antes. Disputa los tres partidos de la primera fase ante
Colombia,
Suiza y
Estados Unidos. Ante los colombianos, Hagi marca un gol con un disparo lejano en parábola, desde una posición escorada, que se cuela en la escuadra de
Oscar Córdoba. Dos asistencias de gol a su compañero
Florin Răducioiu llevan al capitán rumano a convertir otros dos goles para llevar a su equipo a vencer a
Colombia (3-1). Ante
Suiza Hagi vuelve a anotar con un disparo certero, pero su equipo pierde (1-4). En un encuentro decisivo ante los anfitriones
Estados Unidos, Hagi vuelve a comandar a los rumanos hacia la victoria (1-0) poniendo continuamente en aprietos a los zagueros americanos. Rumanía gana el Grupo A, pero deben enfrentarse en la siguiente fase a
Argentina, azotada por el caso Maradona. Rumanía consigue una victoria por 3-2 sobre los subcampeones mundiales, anotando Hagi el tercero de los tantos (con la pierna derecha) y asistiendo el segundo para
Ilie Dumitrescu. Hagi vuelve a estar en todas las portadas mundiales, su exhibición ante
Argentina. En cuartos de final, cuando todo parecía controlado ante una
Suecia con 10 hombres y las semifinales ante
Brasil se vislumbraban en el horizonte, un error del guardameta en la prórroga llevó a los rumanos a la tanda de penaltis (2-2) en la cual Hagi anotó, pero no fue suficiente.
Tras jugar el Mundial
Francia 98', Hagi decidió retirarse de la selección, aunque luego volvería, para disputar la
Eurocopa del
2000, para luego con 35 años, terminar su carrera deportiva.